Todo el mundo se revoluciona con los beneficios de la nanotecnología y la amplia gama de posibilidades que esta área de la ciencia nos ofrece. Sin embargo también existen los llamados nanoecépticos, quienes constantemente se han cuestionado los posibles riesgos derivados de esta vanguardista ciencia. Mientras muchos consideran a la nanotecnología como la solución para muchos problemas, incluyendo la muerte, existen personas que afirman que el desconocer el destino de las partículas nanométricas podría salirse de su control en cuanto al impacto que pueda tener sobre el medioambiente y sus organismos vivos. Por ejemplo, dada las dimensiones y la facilidad con que las partículas nanométricas pueden ingresar a un cuerpo viviente, podría verse expuesta su función inmunológica, dañando las proteínas celulares.

Por el contrario, los científicos afirman que la nanotecnología podría cumplir un rol fundamental en el cuidado al medioambiente, ya que dentro de las aplicaciones nanotecnológicas incluyen técnicas para atrapar contaminantes en el agua o mejorías en los emisores de gases como lo está demostrando el proyecto “Nanogas”, que cuenta con el respaldo de la Unión Europea.