Destruir células cancerígenas en solo diez días no es una utopía ni parte de una historia de ciencia ficción. Se trata de un novedoso e importantísimo avance llevado a cabo en la Universidad de Sanidad e Higiene por un equipo de Investigadores.
Se trataría de la primera aplicación del famoso nanotubo en una aplicación en la medicina, comprobando la relevancia del papel que cumple la nanotecnología.
Este tratamiento incluye la Ingesta de fármacos y nanotubos de carbono que al ser vistos al microscopio presentan un aspecto similar al polvo o fibra extraña. En conjunto con tecnología láser serían capaces de mejorar el rendimiento.
Los resultados indicaron que el nanotubo contribuyó a que el fármaco de desplazara mas rápidamente hasta la célula, demostrando en un tratamiento con roedores, que las células cancerígenas desaparecen a los 10 días tras haber sido expuestas a rayos láser por periodos diarios de 15 minutos.
Los ensayos actuales apuntan a animales más grandes, incluido el ser humano.