Software libre

Problemas de la alta frecuencia de actualización de Ubuntu

Desde el nacimiento, Ubuntu ha sacado una nueva versión cada 6 meses, hecho que le ha permitido integrar en este las nuevas tecnologías que van saliendo a diario y conseguir así que la comunidad se beneficiase de ello. Con esta estrategia permite una mejora rápida y eficaz, debido al dialogo entre proyecto y usuarios. Debido a este hecho no todas las versiones tienen la misma calidad. Cada dos años la comunidad Ubuntu saca una nueva versión LTS (Long Term Support o versión de largo soporte). Estas versiones tienen un soporte mucho mas largo y las actualizaciones duran mucho mas tiempo.

En resumen gracias a las versiones de cada 6 meses Ubuntu evoluciona rápidamente. Pero para las empresas o personas que tengan pocos conocimientos de informática resulta evidentemente no quieren actualizar cada tan poco tiempo, por falta de tiempo o el dinero que eso conlleva.

Una de las cosas que diferencian a Windows o Mac OS de los sistemas GNU/Linux es que este étimo de distribuye de manera centralizada. Con esto me refiero a que para instalar programas tenemos que ir a la fuente (los repositorios) buscarlo e instalarlo. Todo esto de una forma casi automática, ya que dispone de un sistema “inteligente” especializado para la tarea. Por contra, los otros dos sistemas privativos te puedes bajar el programa de internet y buscarlo tu mismo. De este modo la instalación de programas en este sistema libre es mucho mas trivial.

El problema de las versiones LTS es que cuando una versión se publica los programas del repositorio se quedan como están (congelados) y solo se actualizarán si hay problemas de seguridad. Si no modificamos la versión LTS entonces solo tendremos actualizaciones cada dos años, pero que pasa si algún programa es importante?

Recientemente la comunidad Ubuntu ha solventado el problema. Ha diseñado un sistema de paquetes personales (PPA) que permite a cualquier desarrollador crear un repositorio específico para su programa, el cual está ligado con el repositorio central. Con esto puedo conseguir lo mejor de los dos. Puedo usar la versión LTS (la estable del sistema) juntamente con la versión mas actualizada del programa específico. La mayoría de usuarios pueden correr así, con una versión estable mas algunos paquetes personales.

Recientemente, como ya sabrán, Ubuntu ha sacado la nueva versión 9.10 o también conocida como Karmik Koala. Esta versión no es LTS y en consecuencia no es tan estable como algunos desearían. Ha habido un intenso debate al respeto, algunos usuarios han tenido problemas con la actualización.

Esto no es solamente bueno a nivel psicológico para los usuarios, también es bueno a nivel económico par ala comunidad. Esto hipermetría concentrar los esfuerzos económicos cada dos años en vez de cada seis meses. Es decir el dinero invertido en publicidad se podría reducir una cuarta parte o hacerla cuatro veces mas importante. Y al hacerla cuatro veces mas intensa permitirá llegar a una mayor parte de la gente que hasta ahora no había llegado a sentir nunca de Ubuntu. A la fin y al cabo ningún periódico publicará una noticia que tiene lugar cada seis meses. Pero cada dos años si que será importante.

El error quizás sea en que la percepción de estable sea diferente, no se pueden anunciar de mismo modo las LTS que las que no son estables.

Ahora teniendo los PPA la forma de anunciar las versiones tendría que cambiar. Una nueva versión podría ser publicada cada seis meses, pero tendría que hacer menos publicidad de estas versiones ya que teóricamente van dirigidas a los que quieren asumir los posibles problemas de inestabilidad. La mayoría de usuarios tendrían que usar las versiones LTS, sin ningún tipo de problema.

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